Deja aquí tus preguntas y Nuria responderá a tus dudas.

CATÁLOGO DE PREGUNTAS

Qué bien que te estés incursionando más a fondo en la Práctica Aucouturier y que te esté gustando el curso ¡Me alegro mucho! 🤗.

En cuanto a tu pregunta sobre los juegos de reaseguración profunda y superficial, la principal diferencia entre ellos es el nivel de implicación del niño en el juego.

Los juegos de reaseguración superficial son aquellos en los que el niño simplemente imita el juego del adulto, hace “como si”, sin profundizar en él. Por ejemplo, en los juegos de cocinitas, el niño imitará la acción de cocinar, pero sin comprender realmente lo que está haciendo.

Por otro lado, los juegos de reaseguración profunda son aquellos en los que el niño se involucra de forma activa y profunda en la acción, desde el cuerpo. En este caso, el adulto crea un ambiente seguro y confiable en el que el niño puede explorar, experimentar y aprender. El juego sensoriomotor es un buen ejemplo de estos juegos, que movilizan la estructura tónica interna y generan transformación desde un nivel más profundo.

Igualmente, debemos pensar que todo tipo de juego es importante en los niños, y aprender a observar si las acciones le resultan transformadoras para su desarrollo. Espero que este curso os ayude 😌.

🎧Os dejo aquí el enlace al episodio del podcast donde hablo de los juegos sensoriomotores 🤗

Estoy incursionando más profundamente sobre el marco teórico de Aucouturier, por eso me he apuntado al curso (está genial, muchas gracias!). Frente a esto, me quedo pensando mucho en los juegos de re-aseguración profunda y superficiales. ¿Cuál sería la diferencia entre estos? ¿Algún apunte que sirva para aprender más sobre los mismos?

PREGUNTA

Hablar de niños con Trastornos del Espectro Autista supone hablar de criaturas que presentan dificultades en el proceso de construcción de su propia identidad. El posible anclaje a las sensaciones, a la sensorialidad, que genera una fijación y repetición constante y estereotipada, le dificulta el acceso a la comunicación, las emociones, las relaciones y el pensamiento simbólico. Es una hipótesis al no conocer al niño, pero puede que viva la destrucción del muro como una posible destrucción, un ataque, hacia su propia construcción corporal, global, que no es estable ni firme. Las construcciones en la sala tienen un componente simbólico de la propia construcción corporal e identitaria que hace el niño en su proceso evolutivo. Si esta parte está comprometida en este niño, por el Trastorno que presenta, es posible que sienta que ese castillo, alto, fuerte y firme, se rompe y le rompe, porque es una representación externa de lo que él mismo no está pudiendo construir internamente, o al menos no lo está pudiendo hacer desde el bienestar. Y por eso llora.

Eso no quiere decir que él no pueda destruir la torre que tú le haces después, lo cual es un buen indicador. Pero plantéate la cuestión de que es diferente, en el sentido de que es una torre que haces para él, exclusivamente, y que tira él, no los demás. ¿Me explico? Para él, lo que viene de afuera puede suponer una amenaza, porque su estructura interna está fragilizada, pero quizá sí lo puede actuar si parte de él.

Como ves, la acogida de la sala y de tu acompañamiento le ayuda y favorece su proceso de integración, al conectar las sensaciones a su propia corporalidad, a su propia identidad. A partir de la integración de la identidad corporal es cómo la psicomotricidad, con tu acompañamiento, le permitirá a este niño establecer relaciones e interacciones con el resto del entorno.

Es un proceso largo, que requiere de mucha mirada y disponibilidad por tu parte, para que puedas ajustarte a sus necesidades con calma y sostén. Necesitarás refinar tu presencia y tu mirada para comprender qué es lo que el cuerpo del niño, en interacción con todos los parámetros, te dice sobre él y lo que necesita para evolucionar, dentro de sus posibilidades.

Gracias por tener la inquietud de conocer más y mejor a ese niño, porque eso es lo que marca la diferencia.

Lo estás haciendo fenomenal, ¡ánimo, paciencia y a disfrutar de las pequeñas conquistas del proceso!

📚 Os dejo una recomendación bibliográfica en la biblioteca de recursos que habla sobre el cuerpo del niño con trastorno del espectro autista. Espero que os ayude 😉.

El cuerpo del niño con trastorno del espectro autista. Algunas ideas sobre la comprensión y el abordaje

¿Qué hacer cuando un niño no puede tirar el muro a la par que sus compañeros? Este niño en concreto (5 años y con TEA) se angustia, se tira al suelo y dice que su castillo se ha roto (ohhh mi castillo y llora)… Con acompañamiento suele calmarse e iniciar el juego. Pero me gustaría saber qué puede estar impidiendo que lo pueda destruir y como ayudarlo. Alguna vez le he construido una torre a posteriori y él la ha destruido…
Gracias!


PREGUNTA

Tengo a un peque (2 años) que se muestra prudente ante el contacto con sus iguales, apenas se acerca al material, da igual si es el adulto el que se lo ofrece, un igual o se le deja para que él lo coja de forma libre.
En la sala he probado de todo: con pelotas, telas... le hemos acompañado situándonos cerca de él, verbalizando el encuentro que tiene de él mirándose en el espejo ... pero no conseguimos que se movilice en la sala, se sienta en una colchoneta, a veces se levanta y se mira en el espejo y vuelve a sentarse...

Ando un poco perdida la verdad.

En estos casos, cuando tenemos “la mosca detrás de la oreja” porque parece que nada funciona, es conveniente intentar conocer un poco más al niño. Saber si hay algún índice en su historia de embarazo/nacimiento que nos pueda dar algo más de información, para poder construir hipótesis fundamentadas (no interpretaciones silvestres), que nos calmen y nos orienten un poco.

Quizá le está pasando algo de la escuela que sí está movilizando en la sala a través de la inmovilidad, porque esa es su expresividad motriz.

Mi recomendación directa es:

  • que le pongas atención a la angustia e inseguridad que te pueda causar a ti la situación. A veces ocurre que, en nuestra buena intención por ayudarles, les agobiamos porque se movilizan nuestras inseguridades “por si hay algo que no estoy haciendo bien o no estoy viendo”.

  • Pon mucha atención en que el niño se encuentre en un espacio que él sienta seguro, con un vínculo contigo estable y sano.

  • Verbaliza lo que le cuesta, dile que poco a poco irá haciendo más cosas que, quizá, ahora le dan un poco de miedo y confía con calma, porque así le transmitirás que le ves, sabes que algo le está costando, pero confías en él, sin que haya problema en que necesite un poco más de tiempo.

  • Fíjate si tiene deseo por lo que hacen los demás: si observa, esboza sonrisas…

  • Déjale su espacio, pero también anímalo a que accione. Hazle espejo de lo que están haciendo los demás (“¡Hala!😃 ¿Has visto cómo han saltado?” - “Aquí te dejo una torre para ti, la puedes tirar cuando quieras” es importante que protejas la torre de los demás, que también querrán tirarla).

  • Al mismo tiempo, si crees que ya ha pasado un tiempo prudente, pide ayuda al equipo de orientación, con toda la información que vayas recogiendo de los parámetros psicomotores y las características de su entorno principal. Es posible que esté ocurriendo algo que se tiene que abordar de otra manera, y que está fuera de las competencias del rol docente.

Lo estás haciendo bien, ¡mucho ánimo!

Os dejo una recomendación bibliográfica que habla sobre la inhibición psicomotriz, que seguro puede ser de gran ayuda, y también algunos artículos en la biblioteca de recursos 😉.

¿Alguien se preguntó cómo me siento? Silvia Saal

La necesidad de mirada y también para el establecimiento del límite tiene que ver con la elaboración de la separación de la figura de referencia. ¿Hay algún indicador más que nos de información sobre esta elaboración de la separación con la figura de refencia? ¿Cuando hablas de esta figura te refieres a la figura maternante o al psicomotricista o en general?

PREGUNTA

RESPUESTA


Tiene que ver con la separación de la figura de referencia porque el proceso de individuación puede que no se haya construido con la suficiente seguridad y placer, por lo que el niño sigue reactualizando las situaciones que le producen la satisfacción de sus necesidades. La expresividad de cada ser humano es diferente y única, por lo que no podríamos utilizar un listado definido de indicadores estándares. Sin embargo, si unimos la idea de la separación, con la individuación, la construcción de la identidad y el crecimiento del niñx, todas aquellas acciones que son más propias de etapas anteriores como el uso prolongado del chupete, no soltar el dudú, necesitar el biberón para dormir, etc., nos pueden dar pistas para generar hipótesis y no juicios. 

Sí, cuando hablamos de la figura de referencia también lo hacemos de la figura maternante, entendida como la (o las) persona(s) que satisfacen las necesidades básicas del bebé. En el caso del psicomotricista, también se ajusta, ya que simbólicamente el psicomotricista en la sala supone una representación de los vínculos principales para el niñx.