El cuerpo cuenta lo que la mente no entiende.
Pero el juego, el movimiento y la relación puede restaurar la base del bienestar.
El sufrimiento infantil es más común de lo que parece y a veces no es fácil ser niño en un mundo veloz, cambiante y exigente. La terapia psicomotriz puede ser la respuesta a la ayuda que necesitáis.
¿En qué consiste?
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el placer y la alegría de ser y estar en el propio cuerpo y en el mundo. A través del juego y el movimiento en un espacio seguro como es la sala para transformar el malestar en calma emocional para seguir creciendo.
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de forma según física y afectivamente. Con el terapeuta y con los demás para integrar experiencias que le ayuden a construir su unidad corporal (propio, extero e interoceptiva).
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Dificultades de conducta y relación en casa o en el colegio.
Movimiento excesivo.
Exceso de timidez y/o gran dependencia del adulto.
Situaciones familiares complicadas como separaciones o duelos.
Casos de mutismo selectivo.
Trastornos del lenguaje.
Fobias y grandes miedos.
Dificultades de aprendizaje.
Dificultades de separación.
Somatizaciones sin diagnóstico médico.
TDHA.
Hipotonía, torpeza, poca habilidad motriz.
Conductas del espectro autista.
Dificultades de alimentación, sueño, higiene.
Baja tolerancia a la frustración.
Niños Altamente Sensibles.
Adopciones.
Grandes síndromes (S. Down, enfermedades raras,
O cualquier otra situación
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Porque sois fundamentales. Vuestra colaboración y presencia es muy importante para la evolución de la dificultad. Hacemos un acompañamiento estrecho personal de cada caso y también en grupo con otras familias. No estáis solos.
También con el colegio y otros profesionales que puedan estar implicados para generar el mayor bienestar posible.